El taller titulado “Explorando el micromundo” congregó a curiosas/os investigadoras/es escolares de la Escuela G45 de Puerto Bertrand -dirigidos por la profesora Paulina Barros- en torno a preguntas como ¿Cuáles son los espacios y ambientes más microscópicos? ¿Quiénes los habitan? ¿Podemos evidenciar y descubrir estas criaturas? ¿Cuán inteligentes son? ¿Cooperan entre sí para resolver problemas?
En él, un equipo de estudiantes -Los Guardianes del Baker- tuvo la oportunidad de confeccionar pequeños ambientes, o microcosmos, que posteriormente fueron inoculados con muestras biológicas que obtuvieron durante una exploración por la playa y el patio de la escuela.
En una segunda jornada, las/os escolares pudieron observar y registrar digitalmente -a través de un microscopio confeccionado con equipos electrónicos de ciencia abierta (HomeScope)- el desarrollo y también la forma de colonización empleada por los microbios, los cuales tuvieron que resolver diferentes desafíos ecológicos impuestos por el diseño de cada uno de los ambientes construidos.
“Lo que aprendimos en el taller, y en las investigaciones que lo apoyan, es de interés para la ingeniería biológica pues sustenta aplicaciones biotecnológicas basadas en la ecología del paisaje. ¿Cómo resuelven problemas espaciales los microorganismos? ¿Son algunos microbios más inteligentes que otros? Si es así, ¿Los más aptos e "inteligentes" cooperan entre sí o son más bien individualistas? La respuesta parece ser que el trabajo cooperativo y la inteligencia biológica van de la mano” precisó Keymer.
La actividad permitió también conocer y evaluar la inteligencia del moho Physarum polycephalum mediante la observación y el análisis de su acción colonizadora sobre un paisaje creado con avena, mica y gelatina. “Las estructuras morfológicas que adoptan los organismos son soluciones a diversos problemas que pueden representarse como un paisaje adaptativo, determinado por la distribución de recursos en el espacio. Esto nos demuestra el potencial que existe en la computación existente en los sistemas biológicos” explicó Noorlag.
El taller “Explorando el micromundo” se realizó los días 2 y 5 de diciembre en Puerto Bertrand, en el marco del proyecto Fondecyt Regular 1191893 alojado en el Departamento de Ciencias Naturales y Tecnología de la Universidad de Aysén, cuyo foco de investigación es la inteligencia de grupo de los microorganismos, los cuales computan adaptaciones a desafíos espaciales impuestos en ecologías sintéticas (microcosmos).